Una iglesia sobria, que en espíritu despierte. Una que velando viva en oración. Una iglesia que ame con amor ferviente, una que hoy hospede sin murmuración. Una iglesia que hable sólo sus palabras. Una que ministre el poder de Dios.
Una Iglesia. Bless Guardian.
Cuentan las antiguas leyendas medievales que el ganado que pasaba junto a una cueva donde hoy se ubica el santuario, sanaba sin motivo aparente. Un día los pastores decidieron explorar la cueva y en lo más profundo de su interior se encontró la figura de la Virgen con el Niño en los brazos. Es posible que la sagrada imagen fuera escondida aquí durante las incursiones de los musulmanes para evitar que fuese profanada, robada o destruida. En el lugar los campesinos de la zona levantaron una pequeña y humilde ermita de una sola planta que cobijaría la imagen. Siglos más tarde, en 1624, el obispo de Astorga, Alonso Mejía de Tovar se encontraba de visita y cayó gravemente enfermo. Se cuenta que estaba ya en las últimas y entonces tuvo una visión donde veía a la Virgen de las Ermitas y poco después recuperó la salud. Por este motivo, el obispo mandó construir el grandioso templo que ha llegado a nuestros días.
Es una de las excursiones más pintorescas que se pueden realizar en Valdeorras. No hace falta ser religioso para hacer esta visita. El pueblo y el santuario en sí son muy hermosos y los alrededores son de una gran naturaleza. Merece una visita.
Construido en el fondo de un valle por dónde discurre un río y rodeado de montañas escarpadas cubiertas de bosques de robles, abedules y castaños. También son importantes los campos de viñedos de la región.
Río
Vegetación alrededor del santuario
Campanarios desde el río
La carretera para llegar es la carretera OU-0751. El camino tiene mucho desnivel y curvas que hacen las delicias de los amantes de la conducción por montaña.
Durante siglos tuvo una gran importancia. El Santuario era visitado por miles de peregrinos y visitantes cada año. En su seminario se formaban cientos de niños y jóvenes para ser sacerdotes y monjas. Y en el palacio arzobispal se alojaban numerosos invitados ilustres que acudían atraídos por la fama de los milagros.
En la navidad de 1909, tras unas lluvias y nevadas mucho más intensas de las habituales, parte de la montaña que se encuentra a espaldas del santuario y del pueblo se derrumbó, llevándose por delante medio pueblo y las vidas de docenas y docenas de habitantes y visitantes. Quedaron destruidas una treintena de edificios y casas. también el puente de acceso quedó arrasado. No sé sabe el número exacto de muertos, se encontraron 36 cuerpos, pero la lista de desaparecidos superaba el medio centenar. Milagrosamente, el santuario quedo en pie, apenas rozado por la avalancha de tierra, piedra y agua, lo que hizo aumentar su fama milagrosa.
Las Ermidas en la actualidad…
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Palacio Arzobispal
Y que mejor forma de acabar una visita turística que cogiendo fuerzas en alguno de los restaurantes de la región con buen vino de Valdeorras y degustando platos típicos gallegos como la empanada.